La ilusión detrás de los likes, filtros y publicaciones
- aleegsrr
- 8 ago
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Actualizado: hace 1 día
¿Sabías que hoy en día se reporta que aproximadamente un 63.9% de la población mundial hace uso de las Redes Sociales? ¡Esto equivale a 5.24 mil millones de personas en el mundo!
A diferencia de otras décadas, en donde el contacto o comprensión sobre la vida de otras personas se limitaba a lo que la ubicación, recursos o estilo de vida permitían, hoy basta un "click" para acceder a fragmentos de la vida del otro. Y si bien es maravilloso reconocer los avances que hemos logrado como humanidad, en este artículo te invito a reflexionar sobre el impacto que las redes sociales tienen en las personas a nivel individual: con consciencia, desde un lugar suave y humano.

Al cerebro le gusta socializar
Desde la neuropsicología se sabe que los seres humanos somos seres sociales; la corteza prefrontal y la corteza cingulada anterior están activamente involucradas en los procesos de contacto, validación y sensación de pertenencia. Cuando vivimos una buena conversación una relación significativa o una salida con amigos, en el cerebro se libera dopamina, el neurotransmisor del placer, generando una sensación recompensa.
Las redes sociales, como bien lo dice su nombre, generan un efecto en el cerebro similar: un "like", comentario o reacción refuerza este sistema de forma de forma intermitente, dependiendo de la actividad y la respuesta.
Esto provoca que el comportamiento de la persona se vaya modificando para seguir publicando, en la espera de recibir más validación o más interacción.
El asunto es que, así como este sistema se activa para el bien, también puede hacerlo de forma negativa. Cuando no se recibe la validación esperada, puede surgir ansiedad, sensación de rechazo o exclusión social.

La comparación social
Desde tiempos ancestrales, la comparación social ha sido un mecanismo evolutivo poderoso. Aprender de otros y comparar las habilidades, fortalezas o estrategias era clave para la supervivencia.
No es algo negativo, al contrario, es una capacidad que nos ha permitido adaptarnos, crecer y mejorar a nivel individual y colectivo.
En la vida cotidiana real, solemos compararnos con quienes compartimos contextos similares, como lo pueden ser el trabajo, los amigos o la familia, pero las Redes Sociales rompen ese equilibrio: ya no comparamos "manzanas con manzanas", sino nuestra vida interna (con nuestras dudas, caos, silencios y emociones) contra la versión editada, filtrada y selectiva de la vida de otros.
Esto distorsiona la percepción del valor personal, porque lo que vemos no es toda la verdad, sino un "highlight seleccionado" cuidadosamente curado. Una selección editada de momentos felices, éxitos o imagenes perfectas.
La sensación de "no estar a la altura", aunque sea de forma inconsciente, activa el circuito de amenaza, eleva los niveles de cortisol, la hormona del estrés) y genera emociones como baja autoestima, ansiedad, envidia, desmotivación o sensación de insuficiencia.
Y aunque racionalmente sabemos que las redes están llenas de filtros y perfección artificial, la reacción emocional ocurre igual. El cerebro no distingue tan fácilmente entre una realidad emocional y una imagen brillante en la pantalla.
"Quizá no se trata de dejar de mirar, sino de aprender a mirar distinto"

Una mirada más allá del filtro
Te invito, querido lector, a tomarte un momento y pensar en alguien a quien sueles mirar en redes y admirar. Ahora imagina su rutina real: cuando apaga el celular, ¿qué hay en esa vida fuera de la pantalla?
Esta persona es un ser humano, después de todo, y los seres humanos llevamos vidas llenas de matices, emociones, heridas y aprendizajes.
En el detrás de cámaras hay historias que no pueden contarse con una publicación.
¿Qué anhelo, quizá muy parecido al tuyo, se esconde detrás de lo que muestra? ¿Y cómo sería tu mirada si pudieras ver más allá del filtro?
Voltea la mirada a ti
Tal vez, más allá de lo que otros comparten, lo más valioso sea deternerte y mirar dentro de ti. ¿Qué estás necesitando? ¿Qué partes de ti buscan ser validadas, vistas, reconocidas?
En lugar de mirar hacia afuera para confirmar si estás bien, podrías comenzar a construir una mirada propia más amorosa, más íntima, más honesta.
Porque muchas veces, eso que más admiras en otros... es justo lo que está esperando ser despertado dentro de ti.
Y cuando eso sucede, ya no necesitas brillar como nadie más. Solo basta con reconocerte de verdad.
Si te descubriste comparándote más de lo que te gustaría, la terapia puede ser un espacio para volver a ti.
Excelente!